Carta abierta a mi futura ex-novia.

"El vulgo se deja seducir siempre
por la apariencia y el éxito."
(Nicolás Maquiavelo, El príncipe, Capítulo XVIII)

En mi caso particular (si es que vamos a empezar hablando de mi) me mandé algunas cagadas que ni el hombre invisible puede superar (y eso que él corre con la ventaja de la impunidad). Fui grosero, traidor, cínico, manipulador, rencoroso y cruel.

No es un secreto que me cuesta escucharte. Siempre tuve un problema con eso. No es porque no te quiero o no me importes, o sea un canalla egoísta. Nada de eso. Si estoy con vos y más aún si estoy enamorado de vos, ya entré en un estado de que me desconecta de todo, hasta de lo que me decís vos. No soy exactamente sutil a la hora de limar asperezas. Si nos queremos, ya está (para mi gusto), el %99 del problema resuelto.

Que me veas como a una figura paterna, va mucho más lejos de que me llames "papito". Estadísticamente te llevás para el culo con tu viejo. Tu mamá se separó de éste y te habló mal de él varios años seguidos, vos como sos una persona sensata no le creíste todo el cuento, preferiste escuchar su versión (todo esto, siempre según las estadísticas). Te juntás a comer con él, lo vas a visitar a su país o van a tomar café. Gracias a esas reuniones confirmaste que lo que tu vieja te dice puede o no ser cierto, pero ahora tenés tus propias razones para llevarte a las patadas. Papá es incorregible, pero también admirable. Conmigo, se llevaría espléndidamente, si llego a conocerlo descubro que es verdad. Tenemos muchas cosas en común, pero no por la alineación cósmica de los astros, sencillamente porque tenés un complejo de elektra no resuelto.

No te voy a negar que me molesta que te pongas siempre del lado del otro. Mi sospecha es que te ponés de lado de los otros públicamente por una cuestión de quedar bien con los demás (sea mi viejo, mi cuarto mejor amigo o simplemente el tipo que me tortura en un Centro Clandestino de Detención).

No suelo decir exactamente lo que los otros quieren oir. Pero vos sos capaz de sostener las cosas más indefendibles, sea por convicción, para quedar bien con gente que aún no conocés mucho o simplemente para defender lo indefendible.

Terminar una relación como la nuestra suele ser una mierda. Hay distintas formas. Yo no soy poco freudiano en esas circunstancias, ya que en su jerga " (...) a todos los hombres le cuesta abandonar un posición libidinal". Si estoy con vos, además de que me parecés genial y extraordinaria, es porque te sospecho hermosa. No es necesario que nos retiremos el saludo o separemos los "bienes comunes" (amigos, lugares o facultades por ejemplo). Yo creo que con respeto y dignidad, podemos hacer historia en el mundo de las separaciones. Hasta nos podemos encontrar ocasionalmente en la casa de amigos comunes sin escándalos o porque no, a tomar un café el día que pasa el cometa Halley.

Haciendo mías las palabras de Barry Lyndon "I serv men, as they serv me". Si me tratás como el orto, te voy a tratar como el orto, si me tratás bien te voy a tratar bien también. Lo que es seguro, es que difícilmente deje de quererte.